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Constitución que puso fin a la dictadura en Brasil cumple 25 años
Criado em 04/10/13 20h01
e atualizado em 04/10/13 20h17
Por Iolando Lourenço e Ivan Richard
Edição:Marcos Chagas / Lícia Marques
Fonte:Agencia Brasil
Brasilia – "Hoy se promulga el documento de la libertad, democracia y justicia social de Brasil", dijo hace 25 años el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, el diputado Ulysses Guimarães, al promulgar la Constitución Federal que hizo oficial el fin de la dictadura militar en Brasil. El veterano político que había liderado la oposición al régimen militar tituló la nueva Carta Magna de "Constitución Ciudadana" porque esta restauraba los derechos democráticos perdidos en 1964 con el derrocamiento del presidente João Goulart, el último mandatario elegido democráticamente. Durante los más de veinte años de dictadura, los generales se alternaron en el poder legitimado por el Congreso, que estaba dominado por políticos que los apoyaban.
Esa situación empezó a cambiar en el inicio de los años 80, cuando la campaña popular "Directas Ya" –que reivindicaba el derecho a elegir al presidente por voto directo–, movilizó a todo el país. Sin embargo, el proyecto que restablecía el proceso electoral democrático fue derrotado el 25 de abril de 1984, cuando el Congreso rechazó la Enmienda originada de la campaña por una pequeña diferencia de 22 votos.
La oposición vio la oportunidad de derrotar a los militares de acuerdo con sus propias reglas, dentro del Colegio Electoral. El gobernador del estado de Minas Gerais, Tancredo Neves, articuló la disputa por la elección presidencial, de la cual hasta entonces solo participaban candidatos militares. Él convenció a sus aliados, renunció a su cargo y se convirtió en el candidato de la oposición. Asimismo, políticos prominentes, como los diputados Ulysses Guimarães, Miguel Arraes y Fernando Henrique Cardoso, se unieron a liderazgos en ascensión, como el líder del sindicato de trabajadores metalúrgicos, Luiz Inácio Lula da Silva, y recorrieran Brasil en una caravana para intentar unir la sociedad en torno a la idea de un nuevo gobierno civil comprometido con la restauración de la democracia. Una de las promesas de campaña fue la convocación de la Asamblea Constituyente. En la disputa, Tancredo le ganó al candidato civil de los militares, el diputado Paulo Maluf.
Tancredo Neves debería asumir la presidencia el 15 de marzo de 1985, pero una inflamación intestinal, que se agravó por su edad avanzada, lo llevó al hospital, donde murió el 21 de abril. El vicepresidente, José Sarney, asumió el cargo y dio inicio al gobierno de transición de la dictadura hacia la democracia. Él convocó la Asamblea Nacional Constituyente, que estaba formada por 487 miembros y 72 senadores, que tomaron posesión el 1 de febrero de 1987.
Por primera vez en la historia brasileña, el pueblo realmente participó en la elaboración de una Constitución. Se presentaron 112 propuestas, firmadas por más de 12 millones de ciudadanos, y caravanas de todo el país vinieron a Brasilia para seguir de cerca el trabajo de los parlamentarios.
Nelson Jobim, expresidente de la Suprema Corte brasileña, fue el relator asistente de la Constituyente y recuerda bien todo el proceso de selección y organización de las propuestas. Él evalúa que los traumas de los años de dictadura fueron decisivos para que se detallara el texto: "En la época, en 1988, había una gran desconfianza del Poder Ejecutivo, que se originaba del gobierno militar y [en aquel entonces] era más fácil aprobar un texto constitucional que un proyecto de ley. De esa manera, era mucho más fácil aprobar [modificaciones] en la Constitución y fue eso que nos motivó".
Sin embargo, Jobim señala que "el proceso constituyente brasileño continúa. Hasta el momento hemos tenido 74 enmiendas constitucionales normales y 6 enmiendas de revisión. O sea, se ha modificado 80 veces la Constitución. Puede parecer absurdo, pero no lo es. Se tratan de ajustes a una Constitución que era detallista en aquella coyuntura y que aún se está adaptando".
Para él, el texto promulgado hace 25 años era "todo lo que se podría hacer mediante el proceso democrático". "El proceso transcurrió bien por una razón: la estabilidad política. Tuvimos estabilidad durante todo el periodo, y pese a grandes traumas, como la destitución del presidente [Fernando] Collor, no hubo ningún problema institucional. Las cosas funcionaban, caminaban; había discusiones, debates, pero eso forma parte del proceso. El proceso democrático no es la creación de un consenso, es la administración del disenso."
El relator de la Asamblea Nacional Constituyente, el entonces diputado Bernardo Cabral, elegido por el estado de Amazonas, declaró: "Nuestra Constitución tiene el mejor capítulo de derechos y garantías fundamentales [del mundo] porque su hilo conductor filosófico fue el hombre, el ser humano. La Constitución de 1988 trata del ser humano en sus primeras líneas. Todas las constituciones brasileñas anteriores trataban primero del Estado para luego tratar del hombre. Por eso, ella fue justamente considerada la Constitución Ciudadana por Ulysses [Guimarães].
Edición: Marcos Chagas / Lícia Marques
Traducción: Lucas Magdiel
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